El auditor del futuro

El auditor del futuro

Los constantes avances tecnológicos y la gran cantidad de fuentes de información han creado un nuevo panorama para la presentación de informes financieros, donde ahora es mucho más más fácil usar y acceder a la información disponible. El avance en diferentes campos tecnológicos, el aprendizaje automático, la computación cognitiva, y muchos más, tienen un enorme potencial de influir significativamente y optimizar el proceso de auditoría y el trabajo del auditor, mejorando continuamente la calidad de la revisión y reduciendo los riesgos inherentes.

Además, existe una necesidad considerable de obtener información más profunda y pertinente sobre la situación financiera y el desempeño de la organización que puedan derivarse fácilmente de los nuevos procesos de auditoría.

Sin embargo, el progreso siempre conlleva un costo: obstáculos y desafíos como la seguridad de los datos, la transparencia e incluso la independencia de los auditores. Estos, entre otros, requieren de un alto compromiso de todas las partes (compañías, auditores y reguladores) con respecto a los datos, la forma en que se almacenan y protegen la calidad de los procesos de auditoría posteriores.

Cuando llegamos a pensar en ello, el contador tradicional simplemente no posee las habilidades necesarias para este nuevo mundo. Por lo tanto, el proceso descrito anteriormente debe ir acompañado de una nueva capacitación profesional en áreas fuera del conjunto de habilidades históricas de los auditores. Los profesionales de auditoría deberán adoptar un conjunto completamente nuevo de habilidades y metodologías de trabajo, como ciberforensic, la gestión de riesgos, el análisis y las tecnologías de la información (TI).

Así que debemos esforzarnos por hacer ese cambio, no solo adaptarnos nosotros, sino iniciar y liderar la evolución de nuestra profesión ya que la nueva realidad así lo demanda.