Evaluación independiente de Gestión de Proyectos de Infraestructura y Construcción

Evaluación independiente de Gestión de Proyectos de Infraestructura y Construcción

En el segundo trimestre de 2021, el valor agregado bruto de la actividad construcción, a precios constantes de 2007, creció en 231,9% respecto al mismo periodo del año anterior, explicado por la mayor ejecución de obras del sector privado y público, de acuerdo con el plan de reactivación de las actividades económicas, así lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el Informe Técnico Comportamiento de la Economía Peruana.

El aumento de la construcción en obras privadas se explica por la ampliación y remodelación de viviendas multifamiliares y condominios, edificaciones para oficinas, centros comerciales, así como, obras de ingeniería civil desarrolladas por las empresas del sector. Asimismo, el incremento en la construcción de obras públicas, se sustenta por la mayor ejecución en los tres niveles del gobierno en: i) Infraestructura vial, que incluye carreteras, calles y caminos, puentes y túneles; ii) Obras de construcción de edificios no residenciales, como las instalaciones educativas y médicas; iii) Obras de ingeniería civil, que comprende la construcción de infraestructura agrícola y las obras en agua y saneamiento. En el primer semestre de 2021, la actividad construcción registró un crecimiento de 101,5% y en los últimos 4 trimestres acumuló 40,9%.

Sin embargo, en proyectos de gran envergadura, con una cantidad importante de obligaciones contractuales y entregables, con equipos de trabajo multidisciplinarios y un gran número de personas como parte del equipo del proyecto y la necesidad de integrarse con múltiples contratistas, surgen problemas que afectan el desarrollo esperado del proyecto, impactando en los costos, el alcance, plazos y calidad del mismo, generando sobrecostos, proliferación de adendas, arbitrajes y hasta la paralización de proyectos.

Entre los problemas más comunes en este rubro identificamos:

  • Entendimiento inadecuado del alcance y requisitos técnicos del proyecto.
  • Estimación incorrecta de tiempos de ejecución y recursos del proyecto.
  • Ejecución de trabajos fuera del alcance o no aprobados por el cliente.
  • Planificación inadecuada de la gestión y aseguramiento de la calidad.
  • Abastecimiento limitado de los recursos fuera de lo planificado.
  • Atención de reclamos y resolución de conflictos sociales.
  • Identificación no oportuna de los riesgos del proyecto.
  • No contar con los recursos financieros necesarios para ejecutar el proyecto.
  • Valorizaciones, presupuestos y flujo de caja estimados incorrectamente.

Para minimizar la falta de atención oportuna de estos problemas, es importante contar con evaluaciones independientes en los hitos clave del proyecto a fin de tener una radiografía del mismo y tomar decisiones antes de que se materialicen los riesgos que puedan afectar a los objetivos del proyecto (plazo, alcance, calidad y costos).

¿Cómo ayuda la evaluación independiente a enfrentar y corregir estos problemas conocidos?

La evaluación independiente busca identificar los puntos de dolor en cada una de las fases del proyecto con el objetivo de identificar potenciales riesgos que puedan afectar a uno o varios objetivos del proyecto (costo, alcance, tiempo y calidad), con la finalidad de proponer acciones de remediación para minimizar la materialización de riesgos y establecer hitos de control para las fases futuras que ayuden a abordar el proyecto con mayores probabilidades de éxito. Una evaluación independiente suele realizar las siguientes evaluaciones para determinar el estado del proyecto:

  • Revisión de solicitudes de cambio aprobada, con el sustento técnico / económico aprobado, adenda firmada y acta de inicio de los trabajos adicionales.
  • Revisión del registro de supuestos del proyecto aprobado y actas de verificación de supuestos.
  • Verificación de la existencia de un plan de dirección de proyecto que defina las líneas base de alcance, tiempo y costo; que sirvan como referencias para medir el desempeño del proyecto.
  • Verificación de que se cuente con informes de desempeño periódicos sobre el estado del proyecto, con justificación y/o sustento de las desviaciones sobre las líneas base del proyecto (alcance, cronograma y costos).
  • Verificación de que los interesados estén involucrados en el proyecto, basado en el plan de involucramiento de los interesados y según su influencia e impacto en el proyecto. Este hito es relevante en proyectos que requieren interacción con entidades del Estado.
  • Verificación de que los entregables del proyecto cumplan con los requisitos establecidos y obligaciones contractuales.
  • Revisión del Plan de Gestión de Costos del Proyecto y estimación de los costos del proyecto para la ejecución de los pagos según el cronograma de pagos del proyecto.
  • Verificación de la existencia de un Plan de Gestión de la Calidad del Proyecto, que defina los requisitos para aprobación, los objetivos medibles del proyecto y los criterios de éxito; que sirvan como referencias para cumplir con los estándares de calidad del proyecto.
  • Verificación de las capacidades, competencias y experiencia de los trabajadores, según el Plan de Gestión de los Recursos, con los resultados de la evaluación realizada al momento de selección del personal.

La definición y evaluación independiente de hitos de control en la Gestión de Proyectos es una práctica recomendada y debe realizarse en momentos clave del proyecto para que el sponsor del mismo cuente con visibilidad del estado del proyecto y una opinión transparente e independiente, la cual será la base para realizar los ajustes que correspondan. Es importante mencionar que una supervisión de obra no es suficiente para garantizar el éxito del proyecto de esta naturaleza, ya que generalmente está enfocada, sobre todo, en el control de los aspectos técnicos de la obra y no en la gestión integral del proyecto considerando todas sus interrelaciones internas y externas y buenas prácticas.