La Trazabilidad extendida en la mira de la FSMA 204(b)
La Trazabilidad extendida en la mira de la FSMA 204(b)
Se amplió el plazo, pero la urgencia se mantiene
La Food Safety Modernization Act (FSMA) de los Estados Unidos, en su sección 204(b), ha marcado un antes y un después en la forma en que se concibe la seguridad alimentaria, especialmente para los productos agrícolas frescos destinados al consumo. Si bien la reciente ampliación del plazo para cumplir con los requisitos de trazabilidad ha ofrecido un respiro a la industria, es crucial comprender que esta extensión no disminuye la urgencia de implementar sistemas robustos y transparentes a lo largo de toda la cadena de suministro. Para los productores latinoamericanos, puerta de entrada de una gran variedad de estos productos al mercado estadounidense, esta normativa representa un desafío significativo que requiere una visión integral y colaborativa.Tradicionalmente, la trazabilidad se ha enfocado en los procesos internos de cada eslabón de la cadena logística. Sin embargo, la FSMA 204(b) eleva la vara, exigiendo una trazabilidad extendida, que abarca desde el origen mismo del producto en el campo hasta que llega a manos del consumidor final. Esta perspectiva holística reconoce que la seguridad alimentaria no es una responsabilidad aislada, sino un esfuerzo colectivo que involucra a cada actor en el intrincado viaje de los alimentos frescos.
Para los productores de países latinoamericanos, esto implica ir mucho más allá de registrar sus prácticas agrícolas internas. Deben integrarse en un sistema de información que permita rastrear el movimiento de sus productos a través de múltiples etapas: el transporte desde la finca, el procesamiento (si aplica), el empaque, el almacenamiento, la distribución/exportación, la importación, y finalmente, la venta al consumidor. Cada uno de estos pasos involucra a diferentes actores: transportistas, empacadores, bodegas, agentes aduanales, distribuidores, minoristas. La integración fluida de la información entre todos estos participantes es el verdadero desafío que plantea la FSMA 204(b).
La complejidad radica precisamente en la diversidad de sistemas, tecnologías y niveles de digitalización que existen a lo largo de esta extensa cadena logística. No se trata simplemente de implementar un software único, sino de establecer protocolos de comunicación y estándares de datos que permitan la interoperabilidad entre los diferentes sistemas utilizados por cada actor. Esto requiere un esfuerzo coordinado, inversión en tecnología y, fundamentalmente, un cambio de mentalidad hacia la colaboración y la transparencia.
La ampliación del plazo para el cumplimiento no debe interpretarse como una disminución de la importancia de la trazabilidad extendida. Al contrario, este tiempo adicional debe utilizarse estratégicamente para construir las bases de una infraestructura de trazabilidad sólida y colaborativa. Los productores latinoamericanos, junto con sus socios comerciales en cada etapa de la cadena, deben enfocarse en:
- Identificar y mapear todos los actores involucrados en la cadena de suministro de sus productos hacia los Estados Unidos.
- Establecer canales de comunicación efectivos y definir los datos clave que deben ser compartidos en cada etapa.
- Explorar e implementar soluciones tecnológicas que permitan la captura, el almacenamiento y el intercambio seguro de la información de trazabilidad. Esto puede incluir códigos de barras, códigos QR, tecnología RFID, blockchain, entre otras.
- Desarrollar protocolos estandarizados para el registro y la transmisión de datos, garantizando la consistencia y la precisión de la información.
- Capacitar al personal de cada eslabón de la cadena en los nuevos requisitos y en el uso de las herramientas de trazabilidad implementadas.
- Fomentar la colaboración y el intercambio de mejores prácticas entre los diferentes actores de la cadena.
La urgencia se mantiene porque la ventana para prepararse y adaptarse a estos nuevos requisitos regulatorios sigue siendo limitada. Ignorar la necesidad de una trazabilidad extendida podría significar la pérdida de acceso a un mercado tan importante como el estadounidense. Más allá de la obligación legal, implementar sistemas de trazabilidad robustos ofrece beneficios significativos para todos los actores de la cadena, incluyendo una mayor eficiencia operativa, una respuesta más rápida y efectiva ante posibles brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, y un aumento en la confianza del consumidor.
En conclusión, la ampliación del plazo para la implementación de la trazabilidad según la FSMA 204(b) es una oportunidad para abordar este desafío con una visión estratégica y colaborativa. La urgencia persiste, ya que la verdadera transformación reside en la integración de toda la cadena logística, desde los campos latinoamericanos hasta la mesa del consumidor estadounidense. Aquellos que comprendan la magnitud de este cambio y trabajen proactivamente en la construcción de sistemas de trazabilidad extendida estarán mejor posicionados para prosperar en el futuro del comercio de productos agrícolas frescos.
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