Los riesgos del outsourcing tributario
Los riesgos del outsourcing tributario
El outsourcing tributario consiste en tercerizar la preparación de las declaraciones de los impuestos de una empresa en un proveedor especializado. Es una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia administrativa y controlar mejor los riesgos tributarios. Sin embargo, cuando no se gestiona adecuadamente, también puede convertirse en una fuente significativa de problemas. Uno de los principales errores es asumir que un gran tributarista necesariamente tiene los conocimientos para desarrollar la práctica del outsourcing tributario. La gestión tributaria tercerizada requiere no solo conocimiento técnico, sino también desarrollo de procedimientos, controles y cumplimiento.
Un riesgo importante es la mala elección del proveedor. Delegar funciones críticas a un equipo sin el conocimiento operativo del entorno regulatorio o sin experiencia en outsourcing tributario puede ocasionar omisiones, sanciones e incluso ineficiencia administrativa.
Otro riesgo consiste en que el proveedor no cuente con profesionales experimentados en el tratamiento de operaciones no recurrentes o de alto riesgo, como reorganizaciones, transacciones con no domiciliados o estructuras contractuales poco comunes. La ausencia de criterios claros en el proveedor puede llevar a no determinar apropiadamente el tratamiento de estas transacciones o a no identificarlas.
Además, si no se delimita correctamente el alcance del servicio, pueden producirse vacíos en la atención o duplicidad de funciones. Es fundamental establecer con claridad qué actividades son responsabilidad del proveedor y cuáles permanecerán bajo control interno.
Es importante destacar que el outsourcing tributario no reemplaza una contabilidad ordenada. Pretender calcular impuestos sin una base contable sólida es inviable y riesgoso.
En BDO entendemos estos riesgos y trabajamos con un enfoque integral: equipos especializados en outsourcing tributario, protocolos de control y comunicación clara. Aseguramos que su empresa pueda delegar con confianza y obtener resultados concretos.
Un riesgo importante es la mala elección del proveedor. Delegar funciones críticas a un equipo sin el conocimiento operativo del entorno regulatorio o sin experiencia en outsourcing tributario puede ocasionar omisiones, sanciones e incluso ineficiencia administrativa.
Otro riesgo consiste en que el proveedor no cuente con profesionales experimentados en el tratamiento de operaciones no recurrentes o de alto riesgo, como reorganizaciones, transacciones con no domiciliados o estructuras contractuales poco comunes. La ausencia de criterios claros en el proveedor puede llevar a no determinar apropiadamente el tratamiento de estas transacciones o a no identificarlas.
Además, si no se delimita correctamente el alcance del servicio, pueden producirse vacíos en la atención o duplicidad de funciones. Es fundamental establecer con claridad qué actividades son responsabilidad del proveedor y cuáles permanecerán bajo control interno.
Es importante destacar que el outsourcing tributario no reemplaza una contabilidad ordenada. Pretender calcular impuestos sin una base contable sólida es inviable y riesgoso.
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